Reuniones en Buenos Aires y en Quito. Los generales del terrorismo mediático participaron en la planificación de la asonada contra el presidente ecuatoriano. Presente y futuro. Estado de alerta, una obligación.
Por Víctor Ego Ducrot
Agencia Periodística del Mercosur (APM)
Que la rápida intervención de UNASUR fue decisiva a la hora de parar el golpe es algo que está fuera de cuestión. Que el coraje del presidente Rafael Correa siempre será reconocido como ejemplar, también. Pero que lo del jueves pasado fue un intento abortado, que hubo mucho más de lo que se ve, y que la corporación de medios concentrados estuvieron detrás de la jornada que conmovió a los latinoamericanos, son datos que deben estar en la mira de todos y todas, porque, lamentablemente, sólo se superó un capítulo, no la historia misma de esta saga que comenzó en Honduras y, seguro, volverá a atacar.
En estas líneas prefiero focalizar sobre un punto, el de los oligopolios mediáticos como organizadores de los intentos golpistas y neogolpistas, restauradores, amenazantes de los países latinoamericanos que transitan caminos democráticos, de autonomía, frente a los modelos centrales y con programas de inclusión y distribución social; organizadores aquellos que piensan y actúan a escala regional, y en forma muy coordinada.
Directivos de diarios de Argentina y Ecuador se reunieron el 23 de septiembre aquí, convocados por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), y dijeron, en tono de advertencia, que las libertades de expresión y prensa estaban “amenazadas” en ambos países. También señalaron sus coincidencias para oponerse a toda iniciativa de nueva legislación sobre medios, iniciativa que en Argentina es ley bombardeada sistemáticamente por los oligopolios nativos, a través de las camarillas reaccionarias que anidan en el seno del Poder Judicial. En Ecuador la batalla de los monopolios es contra la Ley Orgánica de Comunicación, que estaría a punto de ser votada en la Asamblea Nacional.
ADEPA participó activamente en cuanta dictadura militar sometió a este país y acaba de designar como responsable de “libertad de prensa” a Arturo Guardiola, del diario Los Andes, de Mendoza, y perteneciente al Grupo Clarín. Guardiola fue funcionario del último régimen de facto argentino, a la vez que la principal accionista del Grupo, Ernestina Herrera de Noble, su primer ejecutivo, Héctor Magnetto, y otras figuras del mismo, se encuentran sospechados de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante los años en que imperó el régimen terrorista de Estado.
El Grupo Clarín se encuentra al frente de las campañas contra el gobierno de Cristina Fernández y no escatima artimañas para ello, incluso las de carácter violatorio de la Constitución, como lo señalara en varios de sus informes el Observatorio de Medios de la UNLP.
Lo que sigue se supo al cierre de esta edición y habla de las articulaciones del Grupo Clarín - cuyo máximo directivo suele cenar con el presidente de la Corte Suprema argentina- y las camarillas del Poder Judicial: la Justicia federal de Bahía Blanca, dictó un nuevo fallo que frenó el reordenamiento de las grillas de televisión, que el 1 de octubre entró en vigencia por disposición de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. La medida fue ordenada por el juez federal subrogante Santiago Martínez, quien fuera cuestionado por organismos de Derechos Humanos por haber beneficiado a Alfredo Astiz y a otro represor de la dictadura militar.
Las maniobras organizadas por ADEPA y otras entidades de los oligopolios mediáticos, como la SIP, también disparan sobre Brasil. Al respecto señaló este sábado el diario Página 12, de Buenos Aires: “Lula está soportando un fuerte ataque de los grandes medios de comunicación. Durante los primeros cuatro años de su gobierno, los grandes medios publicaron decenas de denuncias de corrupción, lo acusaron de borracho y de incapaz y voltearon a algunos de sus colaboradores más cercanos. En el segundo período, Lula anunció que no buscaría la re-reelección y entonces lo dejaron tranquilo. Total Dilma Roussef apenas medía alrededor de siete puntos. Cuando las encuestas empezaron a dar cuenta del crecimiento de la candidata del PT, los grandes medios reaccionaron y salieron a destrozarla. En ese momento Roussef ganaba en primera vuelta. Entonces hubo una catarata de denuncias de corrupción y ataques por el cáncer que superó y por su ‘carácter autoritario’, y la hicieron bajar tres o cuatro puntos en las encuestas. Ya no da como ganadora segura en primera vuelta y podría haber ballottage. En ese contexto, Lula salió en defensa de su candidata y acusó a la corporación mediática de ser la verdadera oposición no declarada. ‘Si son honestos, tienen que decir que ustedes son la oposición’, les dijo Lula. Ahora le llueven editoriales donde lo acusan de ser la gran bestia parda del Brasil, una especie de Chávez luso-parlante, enemigo de la libertad de prensa”.
La intención de este texto es simple y modesta: recordar algunos datos para estar alertas en torno a las maniobras sigilosas de los monopolios mediáticos.
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4825
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